El pensamiento, la emoción y la acción están íntimamente ligados. Por tanto, debemos desarrollar estos tres aspectos de forma globalizada y atendiendo a las características de cada alumn@. Es fundamental partir de la perspectiva de las inteligencias múltiples y de cómo aprende cada persona y en qué aspectos es más talentos@. Este aprendizaje, lleva implícitas unas emociones que se producen al interaccionar con el aprendizaje y la sociedad. Para todo ello, es fundamental el movimiento y el desarrollo psicomotor.

Aspectos como el proyecto de prevención de las dificultades de aprendizaje a través de la psicomotricidad infantil,  el concepto de descansos activos, la escucha, el yoga infantil y la atención plena o mindfulness, son muy interesantes para incluir en la labor docente en el aula de Educación Infantil y Educación Primaria. De esta forma el niño y la niña se desarrollarán de forma globalizada  y dispondrán de las estrategias necesarias para regular sus propias emociones y reconocer la de las personas con las que interacciona.

En el siguiente enlace, comparto información sobre cómo «enseñar» a l@s niñ@s a ser emocionalmente efectivos. Puede ser útil para familias y docentes, así como PTIs y terapeutas.

https://drive.google.com/file/d/1wnrxBIorMt8KAmbBwYY6vqANLl9WQ853/view?usp=sharing